El salario de los profesionales sanitarios en formación sigue siendo motivo de preocupación. Los médicos internos residentes (MIR) y otros facultativos en formación cobran sueldos que, en muchos casos, apenas superan el salario mínimo interprofesional (SMI). Sin guardias, un MIR de primer año percibe 1.301 euros brutos al mes, lo que, tras impuestos, se traduce en 1.094 euros netos, apenas 100 euros más que el SMI actual y casi 100 euros menos que el nuevo SMI propuesto por el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz.
La nueva retribución mínima planteada por el Gobierno recoge
que en 12 pagas se deberá percibir 1.389 euros al mes, mientras que el SMI que
reciben los formativos en primer años se encuentra en 1.301 euros, lo que, sin
contar las guardias, les coloca 80 euros por debajo de lo acordado.
La precariedad salarial se agrava con la carga de trabajo. Los residentes
estarán obligados a realizar guardias, lo que incrementa su jornada en
aproximadamente 80 horas al mes. Con estas horas
extra, los sueldos pueden subir hasta los 2.445 euros brutos en el
primer año, pero el efecto fiscal sobre las guardias hace que el resultado neto
salarial siga siendo mínimo. Además, el sistema de retribuciones varía según la
comunidad autónoma, generando diferencias salariales de hasta un 23,5 por
ciento entre los MIR de la misma
categoría.
Desde 2009, los sanitarios en formación han perdido más de un 25 por
ciento de poder adquisitivo.
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