Los propios usuarios han reconocido la sensación de “incertidumbre” que existe, por no saber si la unidad se mantendrá o no y, en este caso, dónde se atenderá a los pacientes. Y eso, reiteran, a pesar del importante papel que juega en la atención a enfermos crónicos y oncológicos. El hijo de un enfermo atendido en la Unidad del Dolor de este centro hospitalario reconoce la falta de información en torno a la continuidad del servicio: “Como no se sabe nada, no podemos hacer nada de momento. Es complicado”.
La doctora Rodrigo explica que el día 20 se
jubila la responsable de la unidad en el hospital "y todavía no se sabe qué va a
pasar". En principio, reconoce, que se desmantelara este servicio sería
"desastroso", porque "hace falta que haya más unidades del
dolor, no que se cierren las que hay".
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